Alfonso Moral siguió con el legado de su padre en Chile. Sin embargo, antes de comercializar sistemas de control de tránsito comenzaron con faros para embarcaciones.
Existen casos de empresas exitosas que comenzaron vendiendo algo totalmente distinto a lo que ofrecen actualmente.
Uno de los ejemplos más icónicos a nivel mundial es Nintendo, la que empezó vendiendo naipes en Japón, o también está el caso de Nokia, compañía que partió comercializando papel para bancos.
En Chile, la empresa Automática y Regulación S.A. (Auter) es un buen ejemplo: “Mi padre comenzó trabajando en los sistemas de control de tránsito, pero no particularmente del tipo vehícular. Cuando llegó a Chile, desde España, comenzó vendiendo faros”, detalla Alfonso Moral, Gerente General de la compañía.
En el siguiente artículo, te invitamos a conocer la interesante historia de Auter.
De faros a semáforos
El señor Fernando Moral, de origen Español, partió su etapa comercial en el Chile de los años 60, vendiendo los faros representando a una empresa internacional. Recordemos que nuestro país siempre se ha caracterizado por poseer una activa industria marítima, por lo que estos aparatos eran de suma importancia.
No obstante, a fines de los 70 se le presentó una nueva oportunidad comercial. Ahora, ya no se dedicaría a vender faros, sino que se haría cargo de la implementación de nuevos controladores para semáforos para la comuna de Santiago, la que en ese entonces era más grande que ahora porque comprendía otras comunas que nacieron después.
“Los controladores son una parte fundamental de las intersecciones semaforizadas, ya que se programan para establecer los tiempos de las luces para automovilistas y peatones”, explica Alfonso Moral.
Todo esto resultó particularmente un buen negocio para Fernando, por lo que tiempo después se haría cargo de la mantención de estos controladores y de los mismos semáforos, dando paso a la fundación de Auter en 1980.
No todo es puro semáforo
Tras hacerse cargo de los semáforos de la comuna más poblada del país, Auter comenzó a crecer de manera exponencial durante los años 80, llegando a fabricar sus propios dispositivos.
Esto ayudó a que en los años 90 la compañía se adjudicara la instalación de semáforos en la zona poniente de Santiago, todo en medio de la creación de la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT) de la Región Metropolitana, algo que les permitió crecer aún más como empresa.
Con el paso del tiempo y a medida que iban creciendo, nuevos productos llegarían a la oferta de Auter para sus clientes, quienes principalmente son municipios, el Estado y privados.
Entre los productos que más destacan están:
- Pantallas informativas LED (útiles en carreteras y avenidas concurridas)
- Radares pedagógicos de velocidad (informan a los conductores a cuántos km/h van)
- Fotorradares (útiles para fiscalizar el actuar de los automovilistas)
- Contadores vehiculares (sirven mucho para temas estadísticos)
- Entre otros
Pero, sin duda, el sello que ha logrado cultivar Auter durante los últimos 20 años ha sido su fuerte deseo por innovar y crear sus propias soluciones: “Cuando llega un cliente que nos dice que necesita un producto que no se encuentra en el mercado, nosotros no le cerramos la puerta. Nuestro equipo de ingenieros de software o de metalmecánica es capaz de idear la solución exacta que necesitan para sus proyectos”, manifiesta Alfonso Moral.
Este mismo espíritu los ha llevado a crear sistemas inéditos como SIMAC (app para monitorear los semáforos y otros sistemas en mantención desde el PC o teléfono) y una botonera inclusiva para adultos mayores y personas con discapacidad.
La retribución de Auter a la sociedad
Pero fuera de los productos y servicios que Auter pueda vender, desde la empresa tienen en cuenta que parte de su éxito lo han obtenido gracias a las personas, quienes finalmente son los usuarios finales de sus productos.
Es por ello que en Auter tienen una sólida política de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), la que por el momento se basa en prestar ayuda económica a diferentes colegios vulnerables de todo Chile.
En este sentido, hasta el momento han prestado ayuda a ocho establecimientos, quienes han podido desarrollar diferentes programas educativos, los cuales dependen de las carencias que tenga cada uno de los colegios.
Por ejemplo, en el caso del Instituto Salesianos de Copiapó, se optó por llevar a cabo un programa de educación emocional:
De manera adicional, Auter también apoya el talento deportivo nacional, aportando con fondos para el Club Deportivo Arturo Fernández Vial, uno de los clubes de fútbol más antiguos de Chile, el cual lleva la marca de la empresa en su camiseta.